Puigdemont avisa que no aceptará ser inhabilitado por el Constitucional

Carles Puigdemont. / RRSS

El jefe de la Generalitat ha cargado contra el Gobierno por el trato que recibe Cataluña y refuerza su posición de cara al referendo del 1 de octubre.

Puigdemont avisa que no aceptará ser inhabilitado por el Constitucional

Carles Puigdemont llevará al extremo su intención de realizar el referéndum independentista ofrecido para el próximo 1 de octubre. El presidente de la Generalitat incluso se muestra dispuesto a retar al Tribunal Constitucional, que podría inhabilitarle de cargos públicos a raíz de la celebración de dicha consulta.

"No lo acepto. Al día siguiente vendré a trabajar igual", dijo Puigdemont en relación a la potencial inhabilitación que podría sufrir si sostiene su reticencia en su proyecto estrella. De acuerdo a declaraciones recogidas por la agencia italiana AGI, el presidente del Govern ha dicho que "ninguna acción" de Mariano Rajoy le detendrá de celebrar este proyecto secesionista.

Para Puigdemont, el referendo es cuestión de honor. El jefe del Govern ha dicho que tanto él como sus funcionarios fueron elegidos con la consigna de celebrar este referéndum, por lo que no pueden "traicionar" a sus votantes. "No nos importa lo que digan. El 1 de octubre se celebrará un referendo sobre la independencia de Cataluña", señaló. Adelantó también de que "la opción violenta no está sobre la mesa", en relación a la posibilidad de que Madrid podría detener a la fuerza este acontecimiento.

A fin de defender sus argumentos, el líder catalán se ha escudado en los datos de la Cámara de Comercio de Barcelona, los cuales señalan que en Cataluña se produce el 19% del PIB y pagan hasta un 21% de los impuestos totales, pero a cambio reciben solamente el 8.9% de la inversión pública. "¿Usted cree que esto es síntoma de un Estado que nos ama o que está en nuestra contra?", señaló para luego asegurar que su única intención es asegurar un futuro mejor para sus hijos.

De acuerdo a su criterio, el Gobierno se central se rehúsa a "reconocer el problema" y "si lo hiciera debería proponer una solución", puesto que tras el fracaso del estatut catalán avisa que no hay "alternativa a la independencia". "El status quo es la única solución que ofrece el Gobierno, pero para nosotros no hay nada peor que la situación actual", señaló.

Las declaraciones de Puigdemont llegan horas después de que uno de sus conselleres, Jordi Baiget, encendiera el polvorín al asegurar que teme por las consecuencias de la celebración de esta consulta. El conseller de Empresa avisó que el proyecto podría llevar al Gobierno central a tomar fuertes medidas contra sus promotores. Sus palabras llevaron a ERC y a CUP a exigir su renuncia de inmediato, en tanto que la oposición le defendió asegurando que su único pecado fue decir en público lo que el equipo de Puigdemont piensa en privado.

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