Cristiano Ronaldo y su nueva novia se enamoraron en la tienda en la que ella trabajaba

El futbolista acudió a hacer una compra al establecimiento de Gucci y quedó tan prendado de Georgina Rodríguez que volvió frecuentemente durante dos meses hasta que la conquistó

Cristiano Ronaldo y su nueva novia se enamoraron en la tienda en la que ella trabajaba

Cristiano Ronaldo vive uno de sus momentos más dulces tanto en lo profesional como en lo personal. Todo apunta a que este lunes ganará su cuarto Balón de Oro, mientras que la semana que viene puede añadir un nuevo Mundial de Clubes a su largo palmarés. Además, su equipo es líder sólido de la Liga, mientras que se enfrentará al Nápoles en octavos de final de la Champions.

Su único lunar pueden ser las acusaciones de fraude fiscal que pesan sobre él, pero en realidad eso no le impide que disfrute de forma muy intensa de su nuevo amor. De hecho, este fin de semana aprovechó el descanso que le dio Zidane para acudir a su palco en el Bernabéu acompañado de Georgina Rodríguez, aunque por lo que se pudo ver en las imágenes de televisión a la joven de 21 años no le hace mucha ilusión ver al Real Madrid marcar goles en los últimos minutos.

Su relación salió a la luz después de que una serie de revistas europeas publicaran fotos de los dos muy acaramelados en Disneylandia. No obstante, la chica ya había estado con anterioridad en el palco de Cristiano en el estadio madridista. Acudió a ver el encuentro que midió al conjunto merengue con el Borussia de Dortmund en compañía de uno de los mejores amigos de CR, Ricardo Regufe, y la hija de su representante, Marisa Mendes.

Sin embargo, hasta ahora no se sabía cómo la pareja había llegado a conocerse. Según cuenta ABC, el delantero acudió a la tienda de Gucci en la que Georgina trabajaba y desde el primer momento quedó prendado de ella. Los dos se intercambiaron los números de teléfono el ese momento, cuando corría el mes de junio. Su relación sentimental no comenzó entonces, ya que el jugador tuvo un verano muy movidito, pero después acudió a la tienda frecuentemente en visitas que se alargaron durante dos meses. Cerraban la tienda para que él comprara y en ese ambiente más privado fue donde su relación creció.

No obstante, los paparazzi empezaron a acudir en masa a la puerta de la tienda en busca de una fotografía que confirmara los rumores y los dueños de la tienda pensaron que eso no era lo más adecuado para su negocio. Decidieron prescindir de sus servicios, pero Cristiano movió sus influencias para que rápidamente la contrataran en Prada.