Los españoles que vigilan a los rusos

Han supervisado las armas que dice tener Moscú. Conocen sus tecnologías y armamento y controlan desde el aire sus instalaciones. Son los miembros de la Unidad de Verificación Española (UVE), la gran desconocida de las Fuerzas Armadas que “observa, capta, analiza e informa” de las capacidades de otros países

Los españoles que vigilan a los rusos

“Nuestras relaciones con Rusia son buenas”. Con esa contundencia describe un teniente coronel español las relaciones entre Madrid y Moscú en mitad de un ambiente que muchos califican de ‘preguerra fría’, con el conflicto ucraniano y sirio de trasfondo y las tensiones entre Estados Unidos y Rusia aumentando cada día.



Pero, en lo que se refiere a supervisión de armamento, las relaciones entre las Fuerzas Armadas españolas y las rusas son “transparentes y abiertas y los informes de los militares rusos, siempre hablan muy bien de España”, explica el teniente coronel Manuel Jiménez Melero de la Unidad de Verificación Española, el día que se celebra el 25º aniversario de la unidad.



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Son 40 militares expertos en armamento, política y geoestrategia internacional que tienen como misión vigilar y controlar a otros países y acompañarles cuando vienen a España a inspeccionar las capacidades de nuestras Fuerzas Armadas en virtud de una serie de acuerdos. “Se trata de una forma de establecer medidas de confianza y seguridad”, ha explicado el coronel Francisco Lanza, jefe de la UVE, durante el acto conmemorativo aniversario de la unidad, al que ha acudido el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante general Fernando García Sánchez.



Rusia tiene una presencia fundamental en esta unidad, donde se encuentra el 90% de los rusoparlantes de las Fuerzas Armadas españolas, y es que fue precisamente a punto de desaparecer la Unión Soviética cuando los países europeos decidieron firmar un acuerdo para controlar el armamento de los países. Fue en 1990 cuando se firmó el Tratado de Fuerzas Convencionales en Europa (FACE), con el que se pretendía reducir de manera progresiva las existencias de cinco categorías de armamentos (carros de combate, vehículos acorazados de combate, artillería, helicópteros de ataque y aviones de combate).



Poco después, se creó la UVE. En 1991 desarrolló su primera misión, en un momento de tensión creciente en Europa. “En una ocasión, volando a Armenia, el avión en el que viajaban los militares españoles se cruzó con los cazas rusos que regresaban de Chechenia”, ha recordado el coronel Lanza. “Algunos incluso recuerdan cuando sobrevolando Abjasia se recibió un aviso del controlador para subir a la máxima altitud para evita ser derribados por las fuerzas rebeldes”, ha relatado a continuación.



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España no tiene aviones



En estos momentos, la UVE no dispone de aviones propios con lo que se coordina con otros países para realizar estos vuelos de supervisión, en los que también se contemplan el Documento de Viena (para el fomento de la confianza y la seguridad entre los estados) y el Tratados de Cielos Abiertos, con el que aún mantenemos intercambios de inspecciones con Rusia, dado que este país decidió salirse del Convenio FACE en 2007.



Pero además de las misiones que se realizan en territorio exsoviético, también se abren las puertas de las instalaciones militares españolas para que los rusos puedan venir a inspeccionarlas en virtud de esos acuerdos.



La última inspección tuvo lugar durante el ejercicio 'Trident Juncture' de la OTAN, cuando un equipo de verificación ruso acudió al campo de maniobras de San Gregorio, en Zaragoza. Los cuatro coroneles que formaban parte del equipo supervisaron personal y armamento españoles y de otros países que participaban en el ejercicio, como el batallón San Quintín de la Brigada Aerotransportable –que forma parte de la Brigada de Muy Alta Disponibilidad de la OTAN VJTF- o el despliegue de un batallón mecanizado de EEUU.



“La percepción de Rusia hacia las unidades españolas y las alemanas es muy diferente a la que tienen de las estadounidenses, con las que llegó a existir un clima un poco tenso. No quiero entrar en más detalles”, ha explicado el teniente coronel Jiménez Melero, uno de los inspectores de la UVE que habla inglés, griego y ruso, un idioma fundamental para entrar a formar parte de esta unidad. Sin embargo, explica el oficial de la UVE, “el español es uno de los cinco idiomas de la OSCE y lo hacemos valer siempre que hay una inspección en nuestro país”.



Además, el teniente coronel ha valorado el buen trato de los rusos a los inspectores militares españoles. “En la última inspección, nuestros inspectores estaban muy contentos porque le han dado muchos medios que no les han dado a otros países. Por ejemplo, sobrevolaron una zona al este de la región en conflicto de Ucrania, en territorio ruso, algo que no ocurre con otros equipos de verificación”, ha explicado el teniente coronel.