Europa y Madrid: ¿la polución es para los barrios?

El cierre de Gran Vía es una señal de alarma y de cambio. Europa protege sus centros urbanos de la contaminación. Los barrios más alejados se comen el embotellamiento y la polución. La contaminación siempre fue para los pobres

Europa y Madrid: ¿la polución es para los barrios?

Habrá que acostumbrarse y es inevitable. No cabe duda de que las tasas de emisiones de los vehículos son una carga cada vez más insoportable para las ciudades. Por toda Europa parecen ampliarse los espacios peatonales y cerrados al tráfico. Un imparable cambio de cultura urbana está en marcha. Como todo cambio produce estrés y una creciente preocupación: que las nuevas medidas no alienten exclusión.

En todo el continente parece confirmarse una estrategia urbana de dudoso calado: los centros se ajustan a las necesidades de la “economía verde” que reclama el turismo y la nueva población residente; los barrios más alejados se comen el embotellamiento y la polución. La contaminación siempre fue para los pobres .

La Gran Vía de Madrid y la centralización urbana

Es una paradoja. Algún analista ha señalado la contradicción: la Gran Vía fue la que incorporó a Madrid, hace un siglo, a la modernidad urbana: es sinónimo de comunicaciones, comercio de prestigio, cultura, cine y teatro. Su historia urbanística no se corresponde con la idea de ágora, de plaza del pueblo, que su peatonalización quiere sugerir. Esa simbología se corresponden más con la Plaza Mayor y la Puerta del Sol, por ejemplo.

Atocha y Gran Vía son conexiones de sur, este y norte y la apertura al ensanche del Barrio de Salamanca. El cierre al acceso supone girar la historia urbana y centraliza, de nuevo, la actividad comercial. Otras grandes ciudades han elegido otra estrategia como es mantener una vía de calidad, con fomento del transporte público, mejorando también la calidad estratégica del entorno (Campos Elíseos, 5ª Avenida o el Paseo de Gracia en Barcelona).

El cierre de las conexiones tiende a aislar la congestión y las prácticas contaminantes en los distritos; tiende a reducir la importancia de su actividad comercial.

Medidas en Europa

Sin embargo, la concentración en el centro de las Ciudades siguen siendo un reto difícil de resolver y  está provocando – entre otras cosas- un serio aumento de la “turismofobia” en los centros urbanos. Estás son las medidas adoptadas en las capitales europeas.

Alemania: zonas ecológicas

Alemania prevé extender la medida adoptada en Berlín: desde 2010 ha establecido una zona ecológica, que va más allá del centro de las ciudades, por la que solo pueden circular vehículos poco contaminantes a los que se les concede  una etiqueta verde

Atenas: Circulación alterna permanente

La circulación alterna existe en Atenas desde 1982. La medida se suspende en el periodo vacacional (julio a Septiembre) cuando los atenienses salen de vacaciones. Las medidas afectan a todos los vehículos y camiones.  

Bruselas: el paraíso de la peatonalización

Una gran parte del centro de Bruselas está cerrada a la circulación. Las zonas peatonales no dejan de crecer. Es la ciudad europea con más peatonalización. Además, una ley regional prohíbe la circulación de ciertos vehículos que se consideran contaminantes, según el nivel de microgramos de emisión por metro cúbico. Por encima de 200 microgramos la circulación está totalmente prohibida.

Copenhage: el reino de la bicicleta

Hay 360 kilómetros de vías ciclistas desde 2009. 35.000 bicicletas están a disposición de unos dos millones de habitantes. Aumenta el número de ciclistas mientras se reduce el de automovilistas.

Estocolmo: prohibición a los contaminantes

La capital de Suecia ha sido una de las primeras en instalar en 1996 una Zona de Bajas  Emisiones, que prohíbe la circulación a vehículos considerados muy contaminantes. La prohibición ha ido evolucionando y todos los autobuses de más de seis años y los vehículos de mercancía pesada tienen prohibido se circulación en esas zonas.

Italia: Leyes regionales

Desde 2005 varias regiones han firmado Zonas de Bajas Emisiones (LEZ, por sus siglas en inglés) : en el Piamonte, el Tirol, Emilia Romaña, Trentín, Umbría han reducido 20km la velocidad de circulación en la ciudad, cambiado autobuses y prohibido la combustión de madera.

Lisboa: prohibición salvo para residentes

El acceso al centro está prohibido a los vehículos anteriores al año 2000. Una prohibición que se alarga a los del año 1996 en una zona alrededores del centro. Las medidas antipolución no se aplican a los residentes.

Londres: Peaje urbano

Desde 2004 se aplican peajes urbanos. 8 libras cuesta acceder al centro de la ciudad, con el objeto de animar el uso del transporte colectivo.

Tallin: transporte gratuito

En 2013, la capital estonia se ha convertido en la ciudad más importante de Europa (430.000 habitantes) en dotarse de un transporte público gratuito. Pero la medida no ha tenido demasiado éxito: las tarifas ya eran demasiado bajas antes de la gratuidad; la demanda de transporte público solo ha aumentado el 3%.