El Gobierno no pagará el transporte público a Carmena

La alcaldesa de Madrid ha planteado que el Ejecutivo de Rajoy asuma el coste de prestar de forma gratuita el servicio de transporte público en los días de alta contaminación

El Gobierno no pagará el transporte público a Carmena

Tres segundos es lo que ha empleado el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, en contestar a la idea planteada por el ayuntamiento de Madrid para que sea el Ejecutivo central el que asuma el coste de prestar de forma gratuita el servicio de transporte público durante los días de alta contaminación. "No es nuestra competencia", ha zanjado el portavoz de Gobierno durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este viernes.

"No tengo ninguna respuesta al respecto. Esa competencia es del ayuntamiento o de la comunidad autónoma. Pero en cualquier caso no lo es del Gobierno central", ha aclarado el portavoz gubernamental después de que le preguntaran si el Ejecutivo estaría dispuesto a asumir este coste.

El equipo de Gobierno de Manuela Carmena ha planteado esta idea para su debate en el seno del Consorcio de Transportes. En concreto, en la comisión municipal de Medio Ambiente y Movilidad. Lo hizo el gerente de la Empresa Municipal de Transportes, Álvaro Fernández de Heredia, cuando el socialista Chema Dávila le preguntó por las iniciativas que adoptará Madrid después de que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, considerara "inviable" costear el transporte público en los días restricciones al tráfico por alta contaminación, a imitación de lo que ocurre en París.

Según avanzó el responsable de la EMT, la medida tendría un coste para la red de autobuses de 400.000 euros al día, mientras que en el conjunto de transportes oscilaría entre los 1,2 y los 1,4 millones de euros diarios.

El PSOE y Ahora Madrid aprobaron pedir al Consorcio Regional de Transportes de Madrid (CRTM) establecer el transporte público gratuito durante los episodios de alta contaminación en la capital, en concreto al activarse 'el escenario 3' del protocolo, que restringe el tráfico de vehículos en función del número par o impar de las matrículas.