El placer de crear, reparar y mantener

Los profesionales que utilizan herramientas eléctricas en talleres mecánicos o para jardín son los primeros maestros de personas animadas por un afán de realizar pequeñas reformas domésticas. El concepto de “hágalo usted mismo” surgió en la Inglaterra de la posguerra.

Con este movimiento a favor de la iniciativa personal para pequeñas reformas apareció un mercado de herramientas industriales abierto al público en general y con algunos modelos específicamente creados por su simplicidad para el mundo no profesional.

Lo que empezó en la industria termina en el hogar 

La experimentación con materiales, el reciclaje, etc. Están de moda. También el capricho de enfrentarse con una carencia y darle una solución que pueda pasar por profesional es un reto que atrapa. La variedad de herramientas que hay en el mercado y la miniaturización de ellas permiten crear un taller de reformas propio.

Vamos a encontrar todo lo necesario para emprender una obra con garantías de taladrar, perforar, cortar, lijar, pulir o cualquier otra operación  que se requiera. Lo importante es dejar una carencia o incorrección en su punto de uso y revisión. La mente se divierte y relaja con las actividades manuales, la mente se mantiene en forma con una actividad alternativa a la principal que requiera habilidades manuales.

Es un campo para experimentar y dar rienda suelta a la creatividad. Los fines de semana se revisten en mucha de sus horas de un particular ceremonial. Hacerse cargo del hogar y hacerlo más habitable de forma económica y aplicando soluciones personales es algo que va en nuestra propia naturaleza humana.

Las herramientas industriales aplican avances tecnológicos poco evidentes 

Suele atribuirse la necesidad de innovación a productos del sector del hardware, telefonía y tablets. La realidad es que todos los días se producen avances en múltiples campos para los que se cree que ya están creadas soluciones perennes.

Una innovación rompedora puede ser un disco de dientes de sierra con refuerzo con una aleación metálica que lo mantiene en estado óptimo. El bricolaje abre un campo enorme de conocimientos relacionados que pueden configurar una profesión alternativa y sobre la que hay aplicación en el hogar

A veces el ahorro económico es el único aliciente para ponerse a arreglar una avería doméstica. El resultado es el mejor juez de nuestra actuación.

Las herramientas industriales tienen en estos momentos una orientación disruptiva con las impresoras 3D. La posibilidad de fabricar pequeñas piezas que sustituyan a otras en una estructura dañada es una aventura que abre las puertas a una revolución industrial.

Al descubrir las posibilidades que se ofrecen una caja de herramientas o una multiherramienta se pone en marcha la imaginación. Dar solución única a un problema poco evidente pero real tiene una recompensa emocional fuerte. En el desorden aparente de un taller está sobrevolado por un las ideas que surte la imaginación.

El trabajo manual creativo nos eleva por encima de los que se limitan a contemplar y de los que no encuentran la herramienta exacta para empezar. Hay un ahora en el que debemos proyectar una inquietud artesanal en forma de acción