El PSOE hace una purga selectiva de ‘sanchistas’

Saca a las diputadas del PSC Meritxell Batet y a la balear Sofía Hernaz de la dirección del Grupo Socialista en el Congreso. También ha le ha quitado una portavocía a Susana Sumelzo, también fiel a Sánchez. Sin embargo, mantiene a los portavoces del PSC y a los díscolos que presiden Comisiones, como Margarita Robles, ya que el ámbito institucional “tiene que quedar al margen de cuestiones partidarias”

El PSOE hace una purga selectiva de ‘sanchistas’

El castigo del PSOE a la rebelión no ha sido tan severo como se pronosticaba tanto desde fuera como desde dentro. De hecho, ha terminado siendo una purga selectiva que se ha centrado en los parlamentarios declaradamente ‘sanchistas’, pero sólo aquellos que ocupan cargos políticos, como las portavocías de comisiones y puestos en los grupos parlamentarios. El PSC ha salido prácticamente indemne.



Tras casi tres horas de reunión, la Gestora ha decidido mantener a los fieles al ex secretario general en la presidencia de comisiones, como la magistrada Margarita Robles. “La estructura institucional de la cámara tiene que quedar al margen de cuestiones partidarias”, ha argumentado el portavoz, Mario Jiménez, que ha ofrecido una rueda de prensa con un listado de nombres difícil de manejar.



El máximo exponente de la criba ha sido la catalana Meritxell Batet, a quien la Gestora ha quitado de la dirección del Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados. Sin embargo, la dirección socialista interina no le ha quitado el puesto a los socialistas catalanes ya que ha decidido dejar vacante el puesto hasta que lleguen las conclusiones de la comisión de negociación entre PSOE y PSC.



De este modo, se puede leer como una penalización a una ‘sanchista’ declarada y una puesta en revisión del papel del PSC en la estructura de la organización del grupo parlamentario. Al que mantiene es al contorsionista Antonio Hernando, que continúa como presidente y portavoz del Grupo Socialista en el Congreso tras su viraje al caer Pedro Sánchez.



El segundo nombre de la purga es el de Susana Sumelzo, una de las diputadas fieles a Pedro Sánchez hasta el final. El resto de diputados que dijeron ‘no’ a Mariano Rajoy en su investidura y que tenían portavocías en distintas comisiones –los catalanes Manuel Cruz (Educación), Mercè Perea (Pacto de Toledo) y Joan Ruiz(Políticas Integrales para la Discapacidad)- mantienen sus puestos. En este caso, argumenta la Gestora, hay que tener en cuenta el proceso de diálogo que tiene el PSOE con el PSC. “Lo razonable es que se tenga una consideración con esa situación”, se ha excusado Mario Jiménez.



Sumelzo estaba en el punto de mira de la Gestora casi desde el principio por el mantenimiento de sus posiciones cercanas a Sánchez y su enfrentamiento con su líder regional, Javier Lambán, con quien no había sintonía en absoluto.



Una de las sorpresas ha sido que la rebelde e independiente Margarita Robles mantenga la presidencia de la Comisión de Justicia. La Gestora ha argumentado que “las comisiones no tienen por qué sufrir cambios una vez que se eligieron en su momento”, con lo que llevan a cabo la máxima de no tocar lo institucional. La posibilidad de que el PP tomara la revancha después de lo ocurrido con la elección de Fernández Díaz en la Comisión de Exteriores y que el PSOE terminara perdiendo la presidencia de las comisiones que ahora preside puede ser un factor que ha influido en esta decisión.  



También en el Senado la gestora ha hecho limpieza de ‘sanchistas’. La ex miembro de la Ejecutiva de Sánchez, María Luisa Carcedo, hasta ahora secretaria general en el Senado, ha sido fulminada de la dirección del grupo Parlamentario.



Cambio en la dinámica parlamentaria



Pero no se queda ahí. Los cambios también han comenzado a notarse en la dinámica parlamentaria dentro del grupo. Por ejemplo, en la próxima sesión de control al Gobierno en el Senado, los diputados socialistas que realizarán las preguntas al Gobierno son del grupo afín a la Gestora, un claro intento de hacerles ganar protagonismo parlamentario.



Para los considerados díscolos estas medidas son “torpes” ya que no cambia ninguna cuestión de fondo de las que tiene que dirimir el partido. De este modo, argumentan parlamentarios próximos a Sánchez, sólo se genera un ambiente hostil que no arreglará la situación en el partido.



Penalización suavizada



Con todo, el PSOE ha suavizado una posición que se preveía mucho más agresiva después de que el catalán José Zaragoza y el balear Pere Joan Pons se quedaran este miércoles sin la Presidencia de  la Comisión Mixta para la UE y la portavocía socialista, respectivamente.



En su lugar, el partido puso a la portavoz en el Congreso con Alfredo Pérez Rubalcaba, Soraya Rodríguez, en la presidencia de la comisión y a Eduardo Madina como portavoz. La dirección explicaba que no se trataba de destituciones, puesto que ni Zaragoza ni Pons habían llegado a tomar posesión de sus cargos, ya que el órgano no se había constituido.