Puigdemont y la CUP bordean la ley para salvar los presupuestos

Un pacto poco relevante financieramente, salva el voto de la CUP a los presupuestos. Más de 250.000 contribuyentes con más de 30.000 euros de ingresos anuales perderán la deducción por vivienda habitual

Puigdemont y la CUP bordean la ley para salvar los presupuestos

El Presidente de la Generalitat y la formación antisitema, la CUP, han pactado una reforma fiscal que, amparada en un discurso contras grandes fortunas, grandes superficies o energía nuclear, esconde un castigo a los compradores de vivienda: más de 25.000 contribuyentes perderán la deducción por vivienda habitual.



En todos los impuestos citados, en los que los márgenes fiscales del gobierno autonómico son escasos, se bordea la Ley para buscar los denominados “espacios” que deja libre la imposición estatal.



Por esta razón, el impuesto que gravará la riqueza  deberá tramitarse a través de una ley específica y no se incluirá en la ley de medidas de acompañamiento a las cuentas. La medida logrará una magra recaudación – 180 millones- y se refiere a activos no productivos – embarcaciones,coches de lujo, etcétera- no personales sino a nombre de entidades jurídicas, que se usen individualmente. Como se sabe, la Comunidad no tiene competencias para gravar a las fortunas. Esta medida copia la  ya implantada por Bildu en Guipuzcoa.



Otra medida que afectará a las rentas altas es que se elevará el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales en Cataluña hasta el 11% para aquellas compraventas de inmuebles con un valor de más de un millón de euros o con el 5% las compraventas de bienes como el oro.



El pacto recupera inmpuestos del tripartito como el de las nucleares que espera que aporte unos 62 millones, y el de grandes establecimientos comerciales, con el que se deberían recaudar unos 17 millones. Eso si, no se ha pactado la recuperación del impuesto a las instituciones financieras sobre depósitos bancarios.



En suma, una escasa recuperación de 250 millones que no toca el tramo autonómico del impuesto sobre la renta, salvo la supresión de la deducción por compra de vivienda. A cambio de una recaudación de 11 millones de euros en 2018 se castiga a 250.000 contribuyentes del IRPF con ingresos superiores a 30.000 euros anuales que dejarán de disfrutar en Catalunya de un 1,5% de deducción adicional por vivienda habitual.