Rajoy ignora las críticas del Senado a sus 16 meses sin ser controlado y su plantón

Los senadores de Podemos, ERC y el PSOE devuelven a la cruda realidad al Presidente: las pensiones se agotan, el independentismo catalán no desaparece y los excluidos sociales aumentan

Rajoy ignora las críticas del Senado a sus 16 meses sin ser controlado y su plantón

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se somete a su primer control parlamentario en el Senado después de dieciséis meses sin hacer acto de presencia. Y después del último plantón a la Cámara Alta que protagonizó el 29 de septiembre de 2015, cuando se saltó la última sesión de control al Gobierno en el Senado de la pasada legislatura para acudir junto a la por entonces ministra de Fomento, Ana Pastor, a la inauguración de la línea del AVE que une Madrid con Palencia y León a través de Valladolid. En definitiva, Rajoy no daba cuenta al Senado desde el 23 de julio de 2015.



Una decisión que indignó a los senadores y que les llevó a encabezar un acto de protesta. Todos los grupos parlamentarios de la oposición, a excepción del Mixto, registraron una única pregunta a los ministros: "¿Considera el Gobierno que la ausencia del presidente es un signo de transparencia y de calidad democrática?". El Gobierno finalmente decidió aplazar su respuesta. Pero como aquella fue la última sesión, nunca se ha enfrentado a ella.



Este martes, los tres grupos parlamentarios que han tenido la oportunidad de preguntar a Rajoy no han recuperado la pregunta perdida y han optado por centrarse en otros temas, pero todos han iniciado sus intervenciones recordando a Rajoy el largo periodo de tiempo que ha pasado sin que haya acudido a Las Cortes a dar explicaciones de sus actos. Una recriminación, que como era de esperar, el líder del PP ha ignorado. Ni una referencia al respecto.



De hecho, no ha sido un regreso incómodo al Senado. Su grupo parlamentario, que cuenta con mayoría absoluta, le ha ovacionado a su llegada al hemiciclo. Otra cosa será el control de este miércoles en el Congreso, donde la mayoría absoluta la ostenta la oposición. Allí, los aplausos serán menos clamorosos después de un año y un mes sin someterse al control en la Cámara Baja.



La no comparecencia del Gobierno 'popular' durante todo el año en el que estuvo en funciones ha sido objeto de conflicto institucional. De hecho, el pasado marzo, el PSOE demandó ante el Tribunal Constitucional la decisión del Ejecutivo de no acudir a las sesiones de control al Gobierno. Media docena de ministros rechazaron comparecer en el Congreso una vez fueron citados formalmente. Entre los que participaron en ese plantón se encontraba Ana Pastor, exministra de Fomento y actual presidenta del Congreso. La excusa oficial era que estando en funciones no podía someterse a control parlamentario porque el nuevo Congreso no era el que le eligió y, por tanto, carecía de esa legitimidad. El pasado 29 de octubre Rajoy logró ser investido. Y las Cámaras han vuelto a la normalidad.



Pensiones, Cataluña y gasto social



Tanto es así, que este martes, el Gobierno de Mariano Rajoy ha vuelto a la realidad parlamentaria. Podemos, ERC y PSOE han vuelto a recordar a los 'populares' que todavía queda mucho por hacer. La formación morada, con Ramón Espinar a la cabeza, ha recordado a Rajoy que la hucha de las pensiones está en peligro. "El panorama de los ingresos a la Seguridad Social es desolador. El empleo que se crea es precario y las cotizaciones que lo acompañan son menores", ha reprochado el senador de Podemos a Rajoy, a la vez que le ha advertido de que su compromiso de hacer sostenible el sistema de pensiones y su idea de mantener la misma política económica es "incompatible". 



Los socialistas han optado por el gasto social. El portavoz del PSOE en el Senado, Vicente Álvarez Areces, ha recalcado al líder 'popular' la necesidad de medidas que permitan a los españoles "mirar al futuro con esperanza" y que los colectivos más desfavorecidos por la crisis "puedan recuperar su propia dignidad y su papel en la sociedad". "Ahí cuenta usted con nosotros, en recortes, no", ha advertido el socialista, sin concretar mucho más su oferta de paz. 



Visiones, ambas, muy "negativas" y "pesimistas" a ojos de Rajoy. En el caso de las pensiones, el presidente del Gobierno ha aprovechado su comparecencia en el Senado para pedir a Podemos que, en lugar de "criticar tanto" al Gobierno, se sume al debate para garantizar la sostenibilidad de las pensiones aportando sus ideas y propuestas. A los socialistas, Rajoy les ha asegurado que hará "lo posible" para que se cree más empleo, aumenten las cotizaciones a la Seguridad Social y la recaudación, así como el consumo, porque "esa es la mejor política social posible".



Aunque el cara a cara más duro de la jornada ha sido con los republicanos catalanes. El portavoz de ERC en el Senado, el juez Santiago Vidal, al que el Tribunal Supremo rechazó este lunes un recurso suyo contra los tres años de suspensión de empleo y sueldo como juez con los que le castigó el Consejo General del Poder Judicial por participar en la redacción de una constitución catalana, ha acusado al Gobierno de estar "alejado de la democracia", ha puesto en tela de juicio la independencia judicial y ha criticado la corrupción política. El presidente del Gobierno, ha tirado de argumentario oficial: "ni los defensores del separatismo en Cataluña ni nadie está legitimado para saltarse la ley a la torera".



¿Habrá subida de impuestos?



No obstante, la preocupación este martes en los pasillos del Senado estaba en lo referente a los nuevos Presupuestos. ¿Se subirán los impuestos? Nadie es capaz de responder esta pregunta, pero Rajoy ya ha lanzado una importante advertencia al resto de negociadores: "es imposible cumplir con el déficit, aumentar el gasto y bajar los impuestos". Las negociaciones van lentas, y así lo ha confirmado el propio presidente del Gobierno que ya ha anunciado que los presupuesto no se aprobarán hasta el próximo año, y el techo de gasto y el objetivo de déficit irá en un Consejo de Ministros antes de Navidad, pero no como estaba previsto la semana que viene.