La reducción de costes por invertir gracias a los brokers online
La historia de los brokers se remonta siglos atrás. Aunque a día de hoy los brokers online sean algo moderno con una media de menos de 5 años de vida, lo cierto es que los corredores han existido desde hace varios cientos de años. Con sus más y sus menos, la profesión y las empresas de brokeraje siempre han tenido unos altos beneficios, cargando grandes márgenes a sus clientes. Por suerte, la tecnología ha permitido resolver esto, y a día de hoy...
La historia de los brokers se remonta siglos atrás. Aunque a día de hoy los brokers online sean algo moderno con una media de menos de 5 años de vida, lo cierto es que los corredores han existido desde hace varios cientos de años. Con sus más y sus menos, la profesión y las empresas de brokeraje siempre han tenido unos altos beneficios, cargando grandes márgenes a sus clientes. Por suerte, la tecnología ha permitido resolver esto, y a día de hoy invertir en mercados financieros como la Bolsa de valores es mucho más económico de lo que lo era hace sólo 15 años.
Antiguamente el trabajo de los brokers era muy pesado. En sus inicios, cuando no existían formas de comunicarse de forma telemática, algunos brokers tenían que acudir de forma personal a los hogares o empresas de las posibles contrapartidas en las operaciones para poder realizarlas. Por suerte para todos, el sistema ha ido evolucionando, y a día de hoy las operaciones pueden realizarse en cuestión de segundos y con unos costes muy bajos.
La tecnología, y especialmente internet, han dado la oportunidad a los pequeños inversores de poder invertir con unos gastos razonablemente pequeños. No hace tanto tiempo, para comprar acciones había que ir al banco en persona o llamar a un agente de bolsa. Obviamente todo esto supone costes para el broker que se veía obligado a cobrar una comisión elevada al inversor si quería ganar dinero.
La inversión en el siglo XXI
Ya metidos en pleno siglo XXI, la inversión y el trading son mucho más baratos. Las compañías especializadas en brokeraje no tienen necesidad de tener costosas estructuras, por lo que pueden ofrecer sus servicios a un precio mucho menor. De esta forma, incluso el trading, que suele requerir realizar un elevado número de operaciones, puede ser rentable para un trader con experiencia.
En todo caso, no es oro todo lo que reluce, y aunque las comisiones y los spreads se han reducido, también han surgido compañías con ánimo de estafar a sus clientes. Un broker barato no es ni bueno ni malo como tal, sino que su calidad depende, en gran medida, del nivel de servicios que ofrezca y, sobre todo, de su regulación. Por tanto, los mejores brokers online son aquellos que ofrecen comisiones bajas, una amplia variedad de productos y activos con los que negociar, y están convenientemente regulados por organismos supervisores reconocidos en todo el mundo. De esta manera, un broker que sea muy barato, pero que no cumpla con los requisitos de seguridad supondrá un riesgo demasiado elevado que un inversor inteligente se negará a asumir.
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