Ricciardo toca el cielo ante la amargura de Hamilton y el espectáculo de Alonso

El australiano alcanzó el triunfo, después de que el británico rompiera motor cuando tenía asegurada la primera plaza. El asturiano, que partía último, firmó una asombrosa séptima plaza. Rosberg, tercero, consolida su liderato

Ricciardo toca el cielo ante la amargura de Hamilton y el espectáculo de Alonso

Todas las miradas estaban fijadas en un mismo hombre: Lewis Hamilton. Tras una pole imperial en la jornada del sábado, no podía volver a fallar en la salida. Y no lo hizo el británico, que evitó el lío que se produjo detrás. Vettel entró pasado al primer giro, con la mira puesta en Verstappen. Sin embargo, con quien se tocó fue con Rosberg, que veía alterada su pugna por el Mundial. El alemán, tras un trompo, pudo seguir en carrera; su compatriota tuvo que detener su monoplaza.

El toque generó un cambio de posiciones interesante, con la salida también del safety car virtual. Alonso, que partía último, se aupaba a la decimotercera posición, justo por detrás de Sainz. En cabeza, Ricciardo y Verstappen seguían la estela del hombre de Mercedes, con Pérez y Raikkonen por detrás. Button, también se adentraba en la batalla. Tras unas primeras vueltas frenéticas, una salida de Grosjean propició que se repitieran los hechos. Ahí, algunos optaron por pasar por boxes para cambiar neumáticos.

Entre ellos Verstappen y Alonso. El holandés optó por una estrategia diferente, muy bien manejada por Red Bull. Le ganaron la posición a Hamilton, y cuando las gomas estaban degradadas, volvieron a pasar por el pit-lane para colocar los neumáticos duros hasta el final de la carrera. El británico retomó la cabeza, pero consciente de que en las últimas vueltas le tocaría batirse el cobre con el joven piloto. El español cedió algunas posiciones, aunque la mayor decepción fue cuando tuvo que decir “no” al duro a falta de 28 vueltas, condenándose a parar en tres ocasiones.

Rosberg, desde su toque, cuajó una remontada tan asombrosa como esperada. A falta de diecinueve vueltas, el alemán ya acechaba a Raikkonen en la pelea por la cuarta plaza. El finlandés, nada fino, terminó por ceder la plaza. Alonso se mantenía en los puntos, y Button rodaba sexto, a falta de una última parada. Un ritmo más que esperanzador para McLaren-Honda, que en el próximo Gran Premio de Japón harán uso de la nueva unidad de potencia, que podría llevarles a ser la cuarta mejor escudería de la parrilla.

Ricciardo se erigió en el mayor enemigo de Verstappen, mientras en Red Bull no querían dar órdenes de equipo. Hamilton se benefició de esa batalla, y abrió el suficiente hueco como para asegurarse el triunfo. Quién iba a imaginar entonces tal trágico desenlace para el tricampeón del mundo. En la recta principal se rompió el motor que el británico había estrenado en Bélgica. Salió fuego y entonó un profundo “no”. Salió, por tercera ocasión, el safety car virtual. Alonso puso los duros y salió en la octava posición.

La victoria quedaba reservada a los Rud Bull, que entraron a voces a poner un juego de neumáticos blandos. Lo propio hizo Rosberg, al que sancionaron con diez segundos por su valiente maniobra a la hora de deshacerse de Raikkonen. A falta de doce vueltas, se acrecentaba la tensión y la incertidumbre, en uno de los Grandes Premios más agitados de las últimas fechas. En los últimos giros, un exhausto Verstappen abandonó la pelea por el triunfo, a merced de Ricciardo, que obtuvo la gloria. Rosberg consiguió abrir el colchón de diez segundos, para mantenerse en el podio y asestar un importante golpe en el Mundial. Alonso escaló una plaza más, hasta la séptima, tras firmar una remontada de ensueño.