Susto o muerte: mínima reestructuración a cambio de una reforma laboral agresiva

El Eurogrupo ha preferido no enfadar a Alemania y ha optado por ofrecer al país heleno un acuerdo de reestructuración de “mínimos”. Por su parte, el FMI ya ha pedido oficialmente medidas más ambiciosas para continuar en el proyecto y el enfrentamiento con Alemania es cada vez más patente

Susto o muerte: mínima reestructuración a cambio de una reforma laboral agresiva

En mitad del nuevo culebrón en Europa, Italia y la dimisión de su primer ministro tras la apabullante victoria del ‘No’, reaparece otro antiguo: Berlín, Atenas y la deuda griega. El Ejecutivo de Alexis Tsipras –el que iba a cambiar Europa- ha acatado todas y cada una de los mandatos desde altas instancias europeas. Aunque eso sí, a su manera –siempre dispuesto a subir impuestos, y poco dado a rebajar un gasto todavía excesivo-.



Todo ello, para conseguir una reestructuración de su pesada carga que no termina de llegar. El último ofrecimiento del Eurogrupo al país heleno será una reestructuración de mínimos, para “no causar malestar entre los socios” aseguran. Esto es, para contentar a Alemania.



Obviamente, la medida ofrecida por Bruselas no será ‘gratuita’ y pedirán al Gobierno de Syriza que profundice en su reforma laboral, haciéndola más agresiva. El organismo encargado de negociar la reducción de deuda será el Mecanismo de Ayuda Europeo (MEDE) que ya ha presentado al borrador de la propuesta. Consistiría en aumentar plazos de amortización, eliminar penalizaciones y reducir ciertos pagos de intereses. En total, supondría un alivio de cerca del 20% de la deuda.



La propuesta que en sí ya es algo, sigue siendo insuficiente para ciertos actores económicos. En especial el Fondo Monetario Internacional, que pide medidas más ambiciosas para disminuir la losa de deuda griega y proseguir en el proyecto de rescate. El problema es que unas medidas más ambiciosas sería contradecir a Alemania, más ahora que en el horizonte aparecen elecciones.  



La situación ha derivado en un enfrentamiento abierto entre el FMI y Alemania. El primero ha condicionado su presencia en el proceso de rescate griego a medidas más ambiciosas. Alemania, cree que es necesario contar con el FMI, pero sin escuchar lo que solicita. Por el momento, y hasta después de las elecciones alemanas parece difícil que Grecia pueda atisbar alguna medida ambiciosa para reestructurar su deuda.