Colau confirma que participará en la marcha del 26 de agosto con Puigdemont

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha cedido finalmente a otorgar a policías y comerciantes el mando de la manifestación antiterrorista que tomará lugar el sábado 26 de agosto en su ciudad. "El sábado 26 seremos muchos, muchísimos, los que iremos a la gran manifestación que encabezará la ciudadanía al grito de No tinc por! (No tengo miedo)", compareció. Al ser interrogada sobre si el Rey y el presidente del Gobierno deberían tomar parte en el mismo evento, la jefa edil dijo que puede asistir "todo el mundo que quiera. Ninguna administración debe ser la protagonista. Este lugar es para la ciudadanía, los comerciantes que ayudaron a las víctimas, los policías, los sanitarios de las ambulancias... Yo estoy dispuesta a ir en la cola de la manifestación". En la víspera, los siempre istriónicos dirigentes de la CUP habían advertido que no participarían de ninguna demostración si Su Majestad y Rajoy asistían.

El sábado pasado, Colau participó junto a Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat, en la convocatoria de esta protesta. La funcionaria ya ha explicado algunos pormenores de esta celebración antiterrorista. "En la cabecera de la manifestación estarán guardias urbanos, mossos d’esquadra, comerciantes… la ciudadanía todos aquellos que desgraciadamente vivieron en primera persona los actos terroristas”, explicó. Respecto al papel que desempeñarán los políticos en este punto, fue clara al asegurar que irán "en la segunda o tercera fila de la manifestación". La idea, se desprende de esas palabras, es no quitar protagonismo a lo que es en verdad la marcha: una demostración de unidad y fuerza, y no una exhibición propagandística, especialmente en tiempos que el referendo independentista abarcaba la mayoría de noticias de Cataluña.

Así, el recorrido iniciará en los Jardinets de Gràcia desde las 18 horas y terminará en la plaza de Catalunya. De acuerdo a fuentes de El País, la marcha estaba planificada para hacerse desde mucho antes, mas los servicios de seguridad desaconsejaron la manifestación mientras se mantenían abiertos muchos flecos de la investigación de los terroristas autores de las dos masacres del jueves.

Las autoridades de Barcelona y España se han mostrado unidas ante la adversidad que se avecina a causa de estos ataques. Los partidos políticos han firmado un pacto anticorrupción este mismo lunes, un hecho inédito pues hasta antes del jueves las mismas agrupaciones se encontraban discutiendo entre sí por el referendo independentista del 1 de octubre, que ahora, como dicta la lógica, ha pasado a un más que discreto segundo plano.