Francia ya tiene a su primera dama: Brigitte Macron
Maestra, madre de 3 hijos con su anterior marido, abuela de 6 niños y esposa de Emmanuel Macron, recién elegido presidente de Francia.
¿Quién no ha escuchado en algún momento que Brigitte Macron se parece a la actriz Jane Fonda? La esposa del flamante ganador de las elecciones presidenciales francesa tiene 64 años, es maestra y sí, atractiva y guapa como lo es la estrella de cine americano.
Brigitte Macron (izquierda) y Jane Fonda (derecha), parecidos razonables.
Emmanuel Macron habló de su relación con ella en su ensayo Révolution: “Fue en el colegio, gracias al teatro, donde conocí a Brigitte. Las cosas sucedieron subrepticiamente y me enamoré. Por una complicidad intelectual que se convirtió, día a día, en una proximidad sensible. Después, sin contienda alguna, en una pasión que todavía dura”. Por aquel momento, en la época de colegio de Macron, ella era la profesora y él el alumno.
Están casados desde el 2007 a pesar de que, en un principio, la familia de Macron no aceptó esta relación. La diferencia de edad, Brigitte es 24 años más mayor que él, pesaba demasiado.
Brigitte y Emmanuel Macron. / Instagram
Brigitte, antes de conocer a Emmanuel, estaba casada durante 37 años y tuvo tres hijos. Actualmente es abuela de 6 nietos. La prensa francesa la otorga gran parte de la victoria de Emmanuel y la consideran “la acompañante, la facilitadora, la tutora y la organizadora”, tal y como recoge el semanario L’Express. Brigitte ayuda a Macron a preparar cada discurso, cada debate, cada intervención pública, pero a su vez, ha mantenido un perfil público bajo dejando todo el protagonismo a su marido.
Ahora que Emmanuel se ha convertido en presidente de Francia, cabe recordar las palabras que dijo en una entrevista concedida a TF1 a finales de abril y que recoge El Español, referidas a su mujer Brigitte: “No será remunerada por el contribuyente, es algo que nunca he hecho. Hay que respetar esta regla, pero ella tendrá una existencia, una voz, una mirada. (…) Ella podrá elegir lo que quiere ser. Por otro lado, quiero salir de la hipocresía francesa: cuando uno es elegido presidente de la República, este vive con alguien, cede sus días y sus noches, cede su vida privada. Por lo tanto, es imprescindible que la persona que vive con nosotros pueda tener un rol y que sea reconocida por este mismo”.
Se puede decir que Francia ya tiene a su primera dama.
