Un estudio demuestra que el sexo antes de la competición mejora el rendimiento

Varios entrenadores recomendaban a los futbolistas abstenerse de mantener relaciones con sus parejas en las jornadas previas a los encuentros para no perder fuerzas, pero esta afirmación no tiene mucha base. Algunos jugadores como Ronaldo Nazario ya lo adelantaron con anterioridad

Un estudio demuestra que el sexo antes de la competición mejora el rendimiento

Desde hace décadas, el debate sobre si es conveniente o no el sexo antes de las grandes competiciones ha ocupado muchas horas de debate en el periodismo deportivo. El tema puede parecer morboso, pero en un mundo en el que se cuida hasta el más mínimo detalle y en el que se mide hasta la última caloría que los deportistas ingieren, todo tiene su importancia.



Antes de los partidos, los entrenadores suelen planear sesiones de recuperación para que todos los futbolistas lleguen frescos a sus encuentros, por lo que ninguno quiere que sus jugadores pierdan sus energías en la noche previa durante una maratón sexual. Sin embargo, algunos técnicos se han atrevido a llegar muy lejos y han prohibido todo tipo de actos sexuales en la jornada previa a los partidos. De hecho, algunos justifican las concentraciones previas a los partidos desde este punto.



En cambio, más allá de algunos viejos técnicos represores, muchos deportistas se autoimpusieron la castidad durante largos periodos de tiempo para mejorar sus resultados deportivos. El ciclista Zenin Jaskula y el boxeador Muhammad Alí decidían dejar de prácticar sexo semanas antes de cada cita deportiva importante, el primero decía que lo apropiado era contenerse durante “tres semanas”, mientras que el segundo subía la apuesta a seis. En cambio, algunos entrenadores africanos y sudamericanos ya señalaron hace tiempo que prohibir el sexo podría resultar contraproducente desde el punto de vista motivacional e incluso espiritual.



Siempre que sea al menos dos horas antes de competir



Por eso, Scolari señaló cuando le preguntaron por el asunto, que el sexo estaba permitido, siempre y cuando no conllevara “posturas acrobáticas”. Así las cosas, Ronaldo Nazario dijo en su etapa en el Real Madrid que el lo hacía “más despacito” cuando tenía que jugar el día siguiente y que nunca había observado que afectara a su rendimiento, ni para bien ni para mal.



En resumen, el debate estaba en la calle y en los campos de entrenamiento, pero recientemente la revista científica Frontiers in Physiology le ha querido dar una respuesta verídica, que estuviera basada en algo más que en opiniones personales. “No hay evidencia científica sólida para indicar que la actividad sexual tiene un efecto negativo en los resultados deportivos”, concluye el estudio.



De hecho, los efectos pueden llegar a ser positivos, “a menos que el sexo tenga lugar menos de dos horas antes de la prueba”, señala Laura Stefani, una de las responsables de la investigación. “Realmente se evidencia que la actividad sexual podría tener un efecto beneficioso en el rendimiento deportivo”, que se concretaría en quitar presión, aumentar la resistencia y la concentración del deportista, siempre y cuando eso no afecte al sueño del competidor.