Griezmann desatasca el cerrojo del Deportivo

La expulsión de Fajr y las lesiones de Augusto y Giménez fueron lo más reseñable de un primer periodo que careció de oportunidades. Tras el descanso llegó el asedio rojiblanco, con mismo protagonista de siempre: Griezmann. El francés aprovechó un pase de Gameiro para certificar el triunfo

Griezmann desatasca el cerrojo del Deportivo

Empezó a crecer el nerviosismo en el Calderón, cuando el asedio rojiblanco no causaba ningún efecto. En el banquillo, Simeone ya había agotado sus balas, dos de forma obligada por las lesiones de Augusto y Giménez, y otra con la entrada de Gameiro. Fue precisamente el francés, con su innato movimiento, el que cayó a la banda diestra para después servir un buen balón a Griezmann. El delantero francés se erigió de nuevo en la salvación del equipo, con un tanto que otorgó los tres puntos al Atlético. El Deportivo, con diez antes del descanso, simplemente se encerró y no reaccionó tras el gol.

Una de las virtudes de este Atlético de Madrid reside en el gran nivel generalizado de toda la plantilla. Lejos han quedado esos cursos en los que Simeone únicamente confiaba en once de sus pupilos. En este saturado mes de septiembre el técnico argentino ha dado oportunidades a todos. Ante el Deportivo fue el turno de Giménez, Augusto, Correa, Carrasco y Gaitán, con el duelo del próximo miércoles ante el Bayern en el punto de mira.

Dominio rojiblanco

Y como son las cosas, que el estilo de juego también ha variado. Los rojiblancos ahora asumen su condición de favoritos y no rechazan el control del esférico. Se vio ante el Sporting, y de nuevo frente al equipo coruñés. Fue un monólogo de los locales, que encontraban facilidad para conectar, e incluso para desbordar, casi siempre con Gaitán como protagonista. Sin embargo, a la hora de hallar el espacio más allá de la zona de tres cuartos surgían los problemas. Y es que ya avisó Simeone: “Nos cuesta contra los equipos que se cierran”.

El Deportivo jugó a eso. Paso atrás y a esperar la contra. Sin embargo, sus salidas verticales nunca fueron finalizadas, y el Atlético respiraba tranquilo. Apenas se vislumbraron ocasiones en los primeros quince minutos. Es más, el momento de máxima tensión se produjo cuando el entrenador colchonero se quejó de la perdida de tiempo constante de Lux, y el colegiado se acercó para advertirle. El Calderón respondió con una sonora ovación a Simeone.

Alcanzado el ecuador de la primera mitad surgieron las primeras oportunidades para el Atlético, fruto de un Deportivo incapaz de mantener la concentración cada instante. Griezmann dispuso de la mejor, pero cruzó en exceso su disparo en el mano a mano ante Lux. Después Fajr sacó un balón bajo los palos. El mismo futbolista del Depor dejó a su equipo con diez tras recibir la segunda amarilla al filo del descanso. Garitano, cabreado, meditaba cómo plantear la segunda mitad.

Contratiempos para los rojiblancos

La nota trágica en una primera mitad donde escasearon las faltas, la pusieron Augusto, que podría tener afectado el ligamento anterior cruzado, y Giménez, ambos lesionados sin ninguna entrada de por medio. Los dos fueron retirados en camilla, con claros signos de dolor, mientras el público trataba de levantarles el ánimo. Lucas y Gabi, sus sustitutos.

Asedio del Atlético

“No hay tiempo que perder”, pareció ser el mensaje de que inculcó Simeone a los suyos en el descanso. Los rojiblancos saltaron al césped con otra chispa y decididos a alcanzar el tanto del triunfo. El Deportivo, con diez, renunció a cualquier opción de triunfo y plantó un cerrojo contra el que se estrelló el Atlético en sucesivas ocasiones. Gaitán, desde la frontal, rozó el tanto. Aunque más cerca estuvo Carrasco, cuyo disparo se estrelló en la madera.

Simeone después abogó por retirar al belga e incluir a Gameiro, a la desesperada. Pero la impotencia colchonera persistía, esta vez con un disparo cruzado de Filipe que no encontraba portería. El Calderón se venía arriba, a la par que crecía la tensión ante la ausencia del tanto. Como suele ser habitual, los locales recurrieron casi siempre a las bandas, con todo el Deportivo encerrado en su área. Hicieron falta más de una decena de internadas hasta que llegó el ansiado tanto.

Griezmann vuelve a decidir

Juanfran conectó con Gameiro, que cayó a la derecha, ante la ausencia de balones por el centro. El francés, cada vez más conectado con su compatriota, sirvió un buen balón al área. Griezmann, esta vez sí, se adelantó a los centrales para firmar un gol que desató la locura en el Calderón y que calmó el nerviosismo de un Simeone que empezaba a ver volar otros dos puntos.