Iglesias insta a las autoridades catalanas a facilitar la consulta del 1-O
El líder de Podemos sigue sin ser contundente respecto al referéndum, al que no califica deliberadamente como ilegal pero se niega a calificar como más que como una movilización política.
Pablo Iglesias ha asegurado que está a favor de que las instituciones catalanas "faciliten por todos los medios" que se celebre una consulta unilateral de independencia el próximo 1 de octubre, aunque haya dicho previamente que no es una movilización vinculante. El líder de Podemos ha dado su apoyo a Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, quien justo el lunes confirmó que su Ayuntamiento pondrá a disposición todas las "facilidades" para que se vote en el referendo en cuestión. "Pensamos que el 1 de octubre es una movilización política legítima y por tanto se tiene que poder producir con la mayor normalidad. A nuestro juicio, las instituciones tienen que facilitar por todos los medios que una movilización política se pueda producir", dijo Iglesias en el Congreso. Pese a que ha vuelto a evitar calificarlo como "ilegal", el líder morado la entiende así puesto que insiste en catalogarla como una simple movilización.
El también diputado agregó que en su partido se tiene la misma posición que Colau y Xavier Domènech (líder de Cataluña en Comú, el partido al que pertenece la jefa edil). "Defendemos que haya un referéndum con garantías y eficacia jurídica, y pensamos que lo que va a ocurrir el 1 de octubre es una movilización legítima y no es el referéndum que nosotros queremos que se produzca y por el que vamos a trabajar", declaró. "Saludamos que las instituciones catalanas pongan todas las facilidades para una movilización política legítima", añadió. "Somos demócratas y nos parece que cualquier manifestación política debe ser legítima y debe ser cuidada".
Podemos ha insistido en que no se criminalice a quienes promuevan o faciliten el referendo de otoño, pese a que el Tribunal Constitucional haya sentenciado que el mismo es inconstitucional. El alto tribunal defendió el pasado 6 de julio, como parte de la sentencia que anuló las partidas para financiar este proyecto, que la intención de convertir a Cataluña en un estado independiente "implica la reconsideración del fundamento mismo del orden constitucional vigente establecido por la voluntad soberana del pueblo español". "El pueblo de Cataluña no es titular de un poder soberano, exclusivo de la nación constituida en Estado", rezaba lo anunciado por el tribunal.
La opinión de Podemos es clara: el 1 de octubre se celebrará una movilización política (como cualquiera de las manifestaciones que tanto le gustan a Iglesias y su gente) y no un referéndum. Este es un desmarque de lo interpretado por el Tribunal Constitucional. La movilización en sí no puede ser calificada de ilegal.
De cualquier forma, este proyecto tiene en serios aprietos a los altos mandos del partido. El día lunes, la dirección central envió un mensaje al jefe de su filial catalana, Podem Catalunya, para que se celebrara una consulta entre sus bases y que éstos decidieran qué postura adoptaría el partido ante este avance. Albano Dante Fachín, precisamente el jefe de los morados en Cataluña, había dicho previamente que lanzaría una campaña a favor de este referendo, lo cual desató las alarmas en la matriz del partido. Encima de eso, Iglesias arrojó gasolina al fuego cuando dijo que si él fuera catalán "no participaría en el referendo", declaraciones que le costaron serías críticas de los políticos catalanes en redes sociales.